viernes, 27 de enero de 2012

CELOS INFANTILES

CELOS INFANTILES

PAUTAS PARA LA FAMILIA

CELOS:
§  Los celos, son un estado afectivo caracterizado por el miedo a perder o ver reducidos el cariño y la atención de alguien querido.
§  Sentimiento  producido por el temor de que la persona amada prefiera a otra; frecuentemente, este sentimiento va acompañado de envidia - resentimiento haciaquien se percibe como rival.
§  La persona que siente celos percibe la realidad algo distorsionada; considera que es menos querida que antes, parece tener un radar que le trae a la memoria lo que le produce angustia, su autoestima suele ser baja, vive con ansiedad, puede experimentar rechazo a aquello que le produce satisfacción, le cuesta centrarse en actividades que exigen concentración, o se aísla en su mundo.
Los celos son … 
… una conducta esperable que puede llegar a ser patológica … una conducta que se da siempre aunque no con las mismas  consecuencias y que supone un reajuste familiar … que aparece cuando previamente ha habido interacción  con la  figura de apego …  una reacción ante la creencia que tiene el niño de que  pierde el amor de la figura de apego … que el niño cree firmemente que ha perdido el amor de sus  padres. 

MANIFESTACIONES MÁS COMUNES:

  • Lloros frecuentes y sin motivo aparente, momentos de tristeza, preguntas alusivas a sí se le quiere o no.
  • Negativismo: responder con un NO, a propuestas que antes aceptaba, a veces sin escuchar lo que se le expone y/o pide.
  • Cambios en el desarrollo del lenguaje: habla infantil imitando el lenguaje del hermano pequeño, repetición de palabras y frases, tartamudeo.
  • Escaso apetito: come menos que antes y se niega a probar alimentos que antes pedía.
  • Sueño irregular: en general pide ir a la cama de los padres, o solicita compañía en la suya, llama frecuentemente a un adulto.
  • Cambio de estado de ánimo sin causa aparente: pasa de quietud a intranquilidad, de alegría a tristeza, de actividad a inactividad.
  • En casos extremos pueden aparecer manifestaciones de tipo orgánico: vómitos, anorexia, mareos, terrores nocturnos, insomnio etc.
  • En ocasiones adoptan conductas desafiantes hacia los padres, familiares y profesores, menosprecian a compañeros, se aíslan socialmente, muestran pruebas de afecto exageradas...

RECOMENDACIONES:
  • Es muy conveniente habituarles a compartir las responsabilidades diarias. Es necesario propiciar actividades en las que colaboren todos. Cada hijo puede ayudar al otro en lo que sabe o puede hacer, participando en la misma tarea.
  • Promover juegos donde tomen parte todos (juegos de mesa, de calle, prendas...). También realizar excursiones y viajes; es decir "hacer familia".
  • Favorecer las tertulias y sobremesas donde se comentan anécdotas, historias familiares y donde se da la oportunidad de participar a todos los hijos.
  • Enseñarles a pedir las cosas por favor, a dar las gracias, y a pedir perdón, algo muy inusual en nuestra sociedad, pero muy necesario.
  • Autoridad en la familia que por una parte proteja, oriente, ayude y estimule, y por otra parte que exija límites claros y adecuados. En definitiva, darles la seguridad de que son amados pero con la exigencia de que aporten a los demás.

PAUTAS DE INTERVENCIÓN
Tratar de evitar:

  • Los gritos y las descalificaciones.
  • Las atenciones y dedicación excesivas
  • Privilegios a unos hijos frente a otros.
  • Comparaciones entre los diferentes hijos.
  • Intromisiones en los conflictos de los hijos y tomar partido en ellos (siempre que no haya agresión).
  • Atenciones y recompensas al "chivato".
  • Comentarios de vecinos, amigos y familiares haciendo comparaciones de vuestros hijos.
  • Un trato irónico, o risa y burla ante conductas inadecuadas.
  • Que el hijo mayor deba asumir en todo momento la responsabilidad del cuidado del hermano menor.
  • La competitividad entre hermanos.
  • Tomar en cuenta las conductas propias de bebé (impropias de la edad).
Actuaciones adecuadas:
  • Fomentar la cooperación entre los hermanos. ( en las tareas de la casa, recados, en situaciones de juego ..)
  • Observar y reflexionar sobre las conductas celosas de nuestros hijos y reaccionar sin darles excesiva importancia.
  • Tratar con afecto y atención frecuentes a tus hijos para que perciban que son queridos.
  • Favorecer el juego con todos los hijos (para lograr una mayor armonía entre los hermanos).
  • Promover un clima de sosiego y tranquilidad en todos los momentos posibles.
  • Analizar entre los adultos las causas posibles de los celos y las distintas soluciones.
  • Educar a los hijos en el control de sus emociones: aprender a soportar pequeñas frustraciones, alegrarse del éxito de los demás, responder con tranquilidad ante situaciones adversas, enseñarle a aceptar sus incapacidades y dificultades con optimismo.
  • Respetar la autoridad de los padres y admitir los límites establecidos en la familia.
  • Conseguir que se acepten las normas de casa de forma democrática. Resulta necesario conseguir que se respeten aquellas normas que la unidad familiar estime imprescindibles. No obstante, si algún hijo se rebela, conviene que los padres expliciten los límites de la convivencia familiar.
  • Respetar el espacio de juego e intimidad de cada hijo.
  • Estimular a los hijos para que expresen lo que sienten con libertad y puedan compartir tristezas y alegrías.
  • Estimular a los hijos y darles seguridad.
  • Hacer partícipe a los hijos de las tareas que conlleva la llegada de su hermano: Preparar la cuna y habitación, adquirir la ropa...Valorar a los hijos tras la realización de estas tareas; más por la actitud que manifiestan que por el resultado final.
  • Resaltar la importancia de tener hermanos y de la felicidad que esto comporta en el juego, en las labores diarias, en la alegría de la casa y de las reuniones familiares...
  • Advertir a los familiares que en las visitas que nos realicen eviten expresiones del tipo: "ahora si que vas a tener que compartir", o "ya sabes, lo tendrás que cuidar porque el niño será muy pequeño y tu ya eres mayor" etc...
  • Así mismo incitarles a que sus expresiones hagan alusión a aspectos positivos referidos al nuevo hermano: "te vas a divertir mucho", "con un hermano vas a poder jugar cuando se haga un poco más grande" etc. ..
  • Debemos evitar la coincidencia de llevar al mayor a una escuela infantil cuando nace otro/a hermano/a. Es preferible adelantar o retrasar esta entrada para que no asocie: nace mi hermano = salgo de casa.

NACIMIENTO DE UN HERMANO
  • Explicarle, alrededor del segundo trimestre del embarazo, que va a tener un hermano. Todos los cambios deben hacerse en este periodo.
  • Hacerle partícipe del acontecimiento “a su nivel”.
  • Que ayude a preparar.
  • Cambiarle de habitación antes.
  • No hablar exclusivamente del nuevo hermano. 
ANTES DE QUE NAZCA EL HERMANO …
En el cambio de organización familiar debe participar el hermano mayor (para ordenar su ropa, en el baño...) 
Que vaya interiorizando la nueva estructura familiar mediante la verbalización y el dibujo. 
Es bueno hablar en plural: “nosotros queremos...”, “ahora que somos una familia de ...” 
No delegar en exceso el cuidado del hermano mayor a terceras personas porque lo interpretará como un abandono. 

CUANDO YA ESTÁ EL HERMANO …
Evitar frases que recriminen sus acciones: "No lo toques", "Aléjate que no me fío de ti", "Que se te va a caer"..

Estimular con expresiones positivas todo acercamiento: "Qué bien lo cuidas" "Eres muy responsable", "Ven que lo vas a bañar muy bien".

Involucrar a los hermanos en las tareas de cuidado, higiene, alimentación etc.

Buscar espacios para atender de forma preferente a los hermanos en el momento del nacimiento del nuevo bebé y en el período posterior. Las personas adultas solemos dirigirnos rápida y casi exclusivamente al recién nacido, relegando la atención a los demás hermanos; sin embargo, son éstos los que pueden manifestar conductas celosas y no el recién nacido que no es consciente del momento

Ante las manifestaciones de celos decirle: “comprendo que estés enfadado pero mamá te quiere mucho cuando te portas como un hermano mayor”
Explicarle lo bueno que es tener hermanos para jugar y no estar solo nunca.
Dedicarle un tiempo “exclusivo” al hermano mayor los dos padres o de forma alternativa.
Recordarle cuando se esté portando bien sus cualidades positivas.
Ignorar conductas negativas no peligrosas.
Valorarle positivamente los intentos por superar sus celos con abrazos, sonrisas...
Castigar no físicamente con castigos que no sean improvisados y adaptados a su edad. Explicar por qué se castiga y cómo se debe hacer bien. Emplear un tono calmado. 

ANTE LAS MANIFESTACIONES DE CELOS
 Evitar comparaciones.
Cuidar del hermano mayor alternándose los dos padres.
Cuando se le recrimine algo se puede hacer con esta frase: “no me gusta cuando haces...” Evitar decir que es malo.
Los hermanos son distintos y así hay que decírselo.
Hay que valorar la diferencia de edad que pueda haber y la madurez ya alcanzada.
Hay que establecer nuevas normas en la casa. El hermano mayor puede colaborar.
Decirle que el amor es ilimitado y los padres tienen mucho.
Que el hermano menor le haga regalos.
Leerle cuentos que hablen de hermanos.
Escucharle en un tiempo de calma. 

HAY QUE …
  Cuando aparezcan conductas agresivas hay que estar muy atentos. Antes de acudir a un especialista, se le puede explicar que así no lo querrán, hacerle ver las consecuencias de sus actos.
No pegarle porque se refuerza la agresividad.
Enseñarle a pedir disculpas sin humillación.
Es bueno que vean que nosotros pedimos disculpas cuando nos equivocamos.
Ante las conductas violentas o rabietas hay que emplear “mucha calma”.
Jugar todos juntos.
Los padres deben participar al unísono.
Hacerle ver que todos intentamos ser mejores.
Hacerle ver que todos somos distintos: identificar en qué es distinto de su hermano menor.
 
CUANDO APARECEN CONDUCTAS AGRESIVAS …
El elogio debe hacerse siempre acompañado de un gesto de cariño.
Los padres deben buscar su contacto físico y si lo rehuye hacerlo más breve.
Los elogios deben ser concretos: “me gusta de ti lo bien que recoges, me gustan tus ojos...”
Hacerle ver el efecto positivo de sus buenas conductas: “ qué bien que estamos, podemos hacer muchas más cosas juntos cuando...”
Decirle cuáles son sus cualidades.
Dejarle que haga las cosas a su manera sin ofender ni molestar a los otros.
Potenciarle su originalidad.
No ridiculizarlo delante de otros.
Elogiarle en privado. El elogio público tiende a la exageración.
Fortalecerle la autoestima.
Enseñarle a emplear la palabra y no la fuerza.
Enseñarle a tomar decisiones y alabarle las que tome.
Ayudarle a resolver sus problemas.
Organizarle actividades donde vaya a tener éxito.
Permitirle demostrar su capacidad en aquello que haga bien.
Ponerle límites.
Ponerle metas reales y razonables.
Inculcar afán de superación personal sin pedir la perfección. 
 

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