viernes, 24 de febrero de 2012

EL DUELO EN LOS NIÑOS

EL DUELO EN LOS NIÑOS

Cuando ocurre el fallecimiento de un ser querido, los adultos creemos que los niños ante este hecho no sienten o no entienden, es decir, no hacen duelo. Actuamos erróneamente evitando por todos los medios que los niños asistan, vean o escuchen los sucesos que están ocurriendo en esos momentos. Con esta actitud tratamos de ocultar nuestro sufrimiento con el argumento de acelerar el proceso de olvido y de volver a la realidad lo más pronto posible.

Como Percibe el Niño la Muerte
Los niños tienen su propio concepto de la muerte, cada uno la ve conforme a su edad, a su formación intelectual, escolar y familiar. Desde temprana edad hasta aproximadamente los 3 años, el niño no tiene definido lo que es la muerte, sin embargo, lo manifiesta a través de reacciones como llanto constante, se torna irritable, pierde apetito, duerme poco y mantiene una constante búsqueda de esa persona. A la edad pre-escolar hasta cumplidos los 9 años, el niño se torna triste, pensativo, agresivo, trata de llamar la atención, y cree que el ser querido en cualquier momento regresará. Pasados los 9 años el niño piensa al igual que los adultos que el morir es algo natural, físico, universal e irreversible, sin embargo, no tiene plena conciencia de la verdadera realidad.

Como Reacciona el Niño Ante la Muerte
El niño en su duelo inicialmente se ve envuelto en una constante negación y confrontación, transcurrido el tiempo va restableciéndose, de manera que logra adaptarse nuevamente a su entorno natural.

Como Apoyar al Niño en Esta Situación
Son diversas las alternativas que podemos brindarle a un niño durante el proceso de duelo.
1.    Aceptación
o    Explicarle abierta y claramente el proceso de la enfermedad o la muerte del ser querido.
o    No decirles frases como "se fue de viaje","se durmió", "se fue para el cielo", o "tienes un angelito".
o    Cuando se refiera al ser querido hágalo en tiempo pasado, evite hablarle en tiempo presente.
o    Permitir si es la voluntad del niño, a que participe en las ceremonias religiosas.
2.    Experimentación del dolor
o    Estimular al niño a que exprese sus sentimientos sobre la pérdida del ser querido y los recuerdos con referencia al ser querido perdido.
o    El adulto no debe privarse de manifestar su dolor en presencia del niño.
o    Evitar cambios drásticos en el entorno familiar, las tareas cotidianas y las costumbres ya establecidas.
3.    Reorganización del ambiente
o    No hacer cambios inmediatos
o    Estimular a que el niño participe en los cambios.
4.    Reinversión de la energía
o    "Sentirse bien" en ausencia del ser querido.
o    Estimular al niño a que busque nuevos amigos y proyectos.
Riesgos de un Inadecuado Duelo en el Niño
·         Apatía y ausencia de reacción ante la pérdida.
·        Ausencia de respuestas afectivas manifestándose aislamiento e indiferencia.
·         Búsqueda de reemplazo inmediato al ser querido fallecido.
·         Disminución de la autoestima.
·         Sentimientos de culpa y auto reproches ante la muerte del ser querido.
·         Tristeza permanente
·         Pérdidas del auto cuidado, ejercicio de actitudes y acciones riesgosas.

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